En la zona del Capulín, en Valle de Bravo, desde hace varios años se constató el derribo de árboles jóvenes y adultos, así como movimiento de tierra y maquinaria pesada, y apertura de caminos y desvío de un cauce superficial.

Frente a esos hechos, se realizaron las solicitudes de información correspondientes ante Semarnat, y Municipio para constatar si dicho lugar contaba con alguna autorización o licencia de construcción, negándose la existencia de los mismos por dichas dependencias.

Ante estas respuestas se procedió a presentar varias denuncias populares ante diferentes autoridades tales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México (Propaem) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Por parte de Profepa nos fue notificada la admisión de la denuncia, así como su acumulación de esta con una denuncia previa presentada ante el mismo lugar.

La autoridad municipal después de que se presentó la denuncia, únicamente se limitó a dar una contestación fuera de término, indicando que no logró ubicar el proyecto en la ubicación señalada. Posteriormente, se presentó una ampliación de la denuncia ante la autoridad municipal dando más precisión del lugar.

El responsable de este proyecto trató de tramitar la Autorización de Impacto Ambiental ante la Delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el Estado de México. Sin embargo, dicha autoridad la negó en razón de que la modalidad era equivocada pues debieron haber presentado el trámite en una modalidad regional y no particular. Se presume que en realidad la Autorización fue negada a razón de que la Profepa ya había iniciado un procedimiento sancionador, lo cual hubiera impedido realizar nuevamente el trámite. Por este motivo, el supuesto aludido por la Semarnat fue distinto.

Por otro lado, se interpuso una demanda de amparo en contra de propaem, profepa y municipio ya que éstas no se enfocaron en investigar y sancionar la totalidad de obras y actividades en el predio denunciado además de que solo se realizó una visita de inspección durante más de seis meses sin verificar que el proyecto se estaba ampliando de forma irregular. Ante esta demanda las tres autoridades rindieron su informe en donde Profepa nos anexó constancias de las diligencias de inspección realizadas por su personal y de la cual pudimos corroborar inconsistencias en su elaboración, razón por la cual se presentó una denuncia ante el Órgano Interno de Control de la SEMARNAT.

Posteriormente en la gaceta ecológica de Semarnat apareció nuevamente el ingreso del proyecto a Evaluación de Impacto Ambiental, para la cual se solicitó la consulta pública y reunión pública de información. En fecha 30 de noviembre de 2021 se nos notificó por parte de la SEMARNAT mediante un oficio que “considera innecesario llevar a cabo la consulta pública y apertura de reunión pública debido al desistimiento del promovente del proyecto”.

Paralelo al proceso de solicitud de consulta pública en fecha 1 octubre de 2021 se volvió a ingresar una denuncia popular ante la PROFEPA firmada por 39 ciudadanos con nueva evidencia de que las construcciones continúan activas en el predio y este no cuenta con autorizaciones ambientales.

Aun cuando no había concluido el asunto ante profepa, en marzo de 2022, por tercera ocasión el responsable del proyecto irregular volvió a exhibir el proyecto a evaluación de impacto ambiental ante SEMARNAT, sin embargo, esta vez fragmentó el proyecto en dos, es decir, presentó un trámite para casas habitación y otro más por la construcción de un hotel. El 14 de marzo fue publicada dentro de la Gaceta Ecológica la apertura de la consulta pública lo que nos permitió emitir comentarios sobre las irregularidades que presentaba el proyecto.

Posteriormente, ante las constantes inconsistencias en el actuar de la Delegación de la PROFEPA en el Estado de México así como de la Representación de la SERMANAT en el Estado de México para con este proyecto, la ciudadanía pidió a las oficinas centrales de ambas dependencias atrajeran el caso por su relevancia y trascendencia, así como para impedir actos de corrupción. La atracción fue otorgada.

Por su parte la SEMARNAT no dio contestación a la petición, sin embargo, la representación de dicha institución en el Estado de México determinó negar las autorizaciones de impacto ambiental en fecha 09 de junio de 2022, en razón de que dicho proyecto vulneraba la normatividad ambiental, para llegar a esta conclusión se tomó en consideración los comentarios que se realizaron durante la consulta pública.

En enero de 2023 la autoridad municipal, después de casi un año de haber interpuesto una denuncia por actividades irregulares nos notificó un acuerdo sobre la apertura de un procedimiento administrativo sancionador en el cual impusieron cómo medida de seguridad la suspensión provisional, este procedimiento aún se encuentra abierto en tanto no se resuelva un amparo que interpuso el infractor ante juzgados Federales del Estado de México.
También se presentó un juicio de nulidad contra Propaem por la falta de respuesta e información respecto de las denuncias que presentamos por violaciones a la normatividad ambiental local.

En el mes de febrero de 2023, por cuarta ocasión, se presentó ante SEMARNAT el proyecto a evaluación de impacto ambiental en el cual se aprecian varias modificaciones del proyecto original y donde se incluye la incorporación de un área natural protegida voluntaria y un corredor biológico, sin embargo, a efecto de que la ciudadanía aporte comentarios y observaciones, solicitamos la consulta pública ante SEMARNAT cuya apertura se negó, sin embargo, el promovente se desistió del trámite.
En el mes de enero de 2024 por quinta ocasión se reingreso la manifestación de impacto ambiental a lo cual presentamos la respectiva solicitud de apertura de consulta pública y estamos a la espera de la respuesta de SEMARNAT.