José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, investigador del Tecnológico de Monterrey, advirtió que se tienen que restaurar con urgencia los ecosistemas, las montañas, los bosques, para la recarga de los acuíferos y tecnificar la producción agrícola.
Con lo que tiene actualmente de almacenamiento en sus presas, el Sistema Cutzamala puede abastecer de agua al Valle de México máximo durante un año y colapsar en año y medio, alertó José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, profesor-investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey.
En conferencia de prensa virtual, el doctor en Ciencias advirtió que más allá de estar esperando con ansias las lluvias, se tienen que restaurar con urgencia los ecosistemas, las montañas, los bosques, para la recarga de los acuíferos, y tecnificar la producción agrícola.
“El Sistema Cutzamala puede colapsar en año y medio, más o menos, por la sobresaturación de sedimentos del aporte de los cuerpos de agua, es decir, o trabajamos ya en serio para hacer las cosas bien o lo vamos a lamentar”, manifestó.
El especialista explicó que por ejemplo en la Ciudad de México, en términos legales el llamado “suelo de conservación”, abarca el 51 por ciento de la superficie, aunque en la práctica tenemos menos del 20 por ciento de cobertura vegetal, debido a la deforestación.
Destacó que mientras más bajen los niveles de agua en las presas El Bosque, Villa Victoria y Valle de Bravo, crece el riesgo de la saturación por sedimentos y concentración de sales que generan la proliferación de algas, lo que podría llevar al colapso al Sistema Cutzamala.
Detalló que el Sistema Cutzamala, con 39 años de operación, enviaría muy poca agua a las 11 alcaldías de la Ciudad de México y 13 municipios del Estado de México, donde habitan alrededor de seis millones de personas.