¿acaso sirven?

En México y en el mundo hay paisajes naturales, poblaciones y ciudades que se significan por su belleza. Las formaciones naturales son el resultado de muchos años, en ocasiones previos  a la aparición del hombre; los pueblos y ciudades son el producto de la acción civilizatoria de la humanidad y sus atributos y belleza son el resultado de la adecuación de las construcciones a la topografía, suelo y clima, a la manera en que se agrupan;  a la disposición de materiales, las formas constructivas adoptadas, las costumbres de sus habitantes y las actividades que se desarrollan en el sitio, así como por el orgullo y sentido de pertenencia de sus antiguos y nuevos pobladores.

Estas formaciones naturales, pueblos y ciudades con características y valores excepcionales, cuentan con nombramientos o declaratorias por parte de organizaciones internacionales como la ONU a manera de reconocimiento a sus atributos y como medidas para asegurar su protección, conservación y puesta en valor.

Declaratorias que vienen acompañados del soporte jurídico que las sustentan, de los planes de manejo que aseguran su gestión y de los presupuestos y financiamientos que las hacen posible.

Algo similar se pretende lograr en nuestro país; las declaratorias de áreas naturales protegidas, parques nacionales, reservas ecológicas o para el caso de ciudades y centros de población como patrimonio de la humanidad u otros de alcance más modesto pueblos mágicos con el mismo propósito.

A otra escala, en el Estado de México se recurre a las figuras de parques estatales, santuarios del agua o para el caso de las poblaciones más pequeñas, pueblos con encanto.

El caso de Valle de Bravo

Valle de Bravo sufre un proceso de degradación social, ambiental y urbano del que ya hemos dado cuenta en otras colaboraciones a pesar de los nombramientos, de las normas y programas que fueron concebidas para su cuidado, protección y valorización que se incumplen en todas sus partes.

El municipio forma parte del área natural protegida determinada por la SEMARNAT a partir de la rica diversidad biológica de la región y su centro histórico, fue designado como pueblo mágico por la secretaria de Turismo federal basada en los atributos que se le reconocen.

Obras públicas

En la actualidad están en curso más de sesenta obras públicas en el municipio de las que trataré en próximas colaboraciones. Se valora y reconoce la capacidad de gestión de recursos por parte de las autoridades municipales para la realización de obras; no obstante, está claro que este furor constructivo no sustituye las acciones necesarias para contener y revertir la generalizada degradación del municipio.

Políticas publicas

Hacer realidad los objetivos que animan los distintos nombramientos o declaratorias de Valle de Bravo hace necesario avanzar en la construcción de políticas públicas que definan los objetivos por alcanzar, las estrategias, los responsables, los indicadores de gestión, los presupuestos y los recursos indispensables para alcanzarlos.

Cuidar, proteger y poner en valor el patrimonio natural y construido de Valle de Bravo, legado de nuestros antepasados, hace necesario adoptar algunas de las medidas que aquí se apuntan:

  • La planeación como medida indispensable para anticipar procesos y darle sentido y dirección a la acción gubernamental.
  • La sujeción a las normas y a los planes y programas.
  • El fortalecimiento de las capacidades institucionales del Ayuntamiento.
  • La coordinación y articulación “desde lo local” de los tres órdenes de gobierno.
  • El diálogo con los distintos actores sociales y agentes económicos para sumar capacidades y potencializar resultados.

Las declaratorias no tienen un carácter “performativo”, es decir, que no se vuelven una realidad por el solo hecho de nombrarlas.  Sirven sí y solo sí, se trabaja en el propósito que las anima.

Marcos González Coghlan                                     mgonzalezcoghlan@gmail.com

Marcos González Coghlan vive en Valle de Bravo de manera intermitente desde hace treinta años, es politólogo. La mayor parte de su vida profesional ha sido consultor y servidor público. Su campo de trabajo han sido las zonas metropolitanas y los gobiernos locales. Está convencido que en Valle de Bravo hay personas y organizaciones con el talento y la capacidad para “desde lo local”, enfrentar los problemas y aprovechar su potencial.